lunes, 21 de abril de 2008

Nitrogeno

Buenos Aires
empañada
por unos meses...
Los sentidos despiertos
el humo
intoxicante.
Licores de todos
los mundos,
mis ojos brillantes,
el remate de los
edificios

Una noche sin salida
para un dia dormido,
y viajo
sigo navegando...

Preguntas
urgentes
silencios esperados
mi cerebro encriptado
mis labios mudos...

mi piel desorbitada
ciega
ausente...

Deseos silentes.

Preguntas pacientes...
calladas.

El viento
es de madera,
alimento
para mis luces
perdidas.

Nueve (desde el aljibe)

Menguantes
acertijos,
seres alados
atados al precipicio
encadenados
al suelo.

Quien recorre la
verdad...
Quien entiende
el silencio?

Tirarse de la
terraza...
sólo una copa
más.
Y el frio
se siente caliente.

No hace falta el
tiempo...
todo se hará trizas
al final
del cristal
empañado.

Todo lo que toco
empalidece...
flores marchitas...
marchitas...

Ojos oscuros
ojos con vida...
gritos silenciosos

Desgarrate la camisa
una noche del ayer
que el cielo
es para pocos...
y en la tierra ya
somos demasiado.

lunes, 14 de abril de 2008

Ayer (unos años atrás)

Algunos dias en motocicleta
el tiempo desgranándose
en mi cerebro...
Como finas gotas de un zumo
olvidado.

Si supiera el tiempo que borro
los pasos
tras las agujas del sueño
que persiguen madrugadas
de desvelos.

Y si fuera lunes seria lo
mismo.

Viaje siniestro,
reptando sobre el pavimento
pegajoso.

Y todo se detiene.
Atemporalidad.
Encuentros.
20 horas despierta,
1 copa en la mano.
Y 500 respuestas...